jueves, 25 de abril de 2013

la etnologia de urgencia.



La etnología de urgencia.

En, Gerardo Reichel-Dolmatoff publicó un documento titulado “A
Brief Report on Urgent Ethnological Research in the Vaupés Area, Colombia”,
en el marco de un gran programa internacional destinado a rescatar para la
ciencia las culturas en peligro de extinción cultural y biológica; dos años antes,
en, Alicia Dussán de Reichel editó su infl uyente escrito Problemas y
necesidades de la investigación etnológica en Colombia. Doña Alicia organizó
su material desde una perspectiva regional, destacando la urgencia de realizar
trabajos de campo en los diferentes grupos aborígenes del país. En la Amazonia,
resaltó la necesidad verdaderamente imperiosa de realizar investigaciones
de campo, dadas la precariedad de los trabajos etnográfi cos en la mayoría de las
comunidades indígenas y la amenaza de extinción cultural y biológica que enfrentaban
muchas de ellas. Los Reichel eran también conscientes de la importancia
de efectuar trabajos de investigación sobre los procesos de aculturación
(de hecho, habían realizado estudios clásicos a este respecto en la Sierra Nevada
de Santa Marta), y para el efecto, Gerardo contrató al eminente etnólogo brasileño
Egon Schaden, de la Universidad de São Paulo, quien por entonces era un
experto en el tema en Brasil y autor del importante libro Aculturação indígena
L A H I S TO R I A , L O S A N T R O P Ó LO G O S Y L A A M A ZO N I A | R O B E R TO P I N E D A C AMA C H O
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, en el cual describió y analizó los procesos de cambio entre los indígenas
del Brasil como consecuencia del contacto con el “mundo de los blancos”.
La infl uencia de los escritos mencionados, además del texto de Reichel
Desana: Simbolismo de los indios tucano del Vaupés, y del
estructuralismo levistraussiano que basaba gran parte de sus fascinantes
trabajos en la selva tropical suramericana, motivó una verdadera oleada de
trabajos de investigadores nacionales y extranjeros. Entre los primeros etnólogos
extranjeros se encuentran, entre otros, Steve y Cristina Hugh Jones, Patrice
Bidou, Jean Jackson, Peter Silverwood, Kaj Århem, Pierre Jacopin, Jürg Gasché,
Mireille Guyot, en su mayoría estudiantes de doctorado de las universidades de
Cambridge, de la Sorbona y Stanford. También por entonces Jon Landaburu y
otros investigadores iniciaron densos trabajos sobre las lenguas aborígenes.
Todos desarrollaron intensos trabajos de campo, que culminarían en
importantes publicaciones que cambiaron el panorama del conocimiento de
muchas de las sociedades del Amazonas, en particular del Vaupés y del bajo
Caquetá-Putumayo.
En los enfoques de los etnólogos predominó nuevamente una mirada que
privilegiaba la vida tradicional, el medio interno, analizado en general con una
perspectiva de organización social que combinaba un enfoque de descendencia
propio de la gran antropología inglesa africanista con una perspectiva de
la alianza levistraussiana. Ya Goldman había utilizado el concepto de “linaje”
para entender la organización social cubeo; en el Vaupés, los nuevos trabajos
afi naron con más detalle el funcionamiento de los “linajes”, la importancia de
la jerarquía social y de los “hermanos de madre”. Allí, la alianza se constituyó
en un elemento clave para entender la dinámica regional, en la medida que se
destacó la existencia de un sistema regional fundado en la exogamia lingüística.
La relación de estos tesistas con Reichel-Dolmatoff fue importante para
el desarrollo de sus trabajos, aunque en un ambiente de cierta tensión y crítica.
Reichel había elaborado, como se sabe, su trabajo sobre los tucano sobre la base
de largas entrevistas con Antonio Guzmán en la ciudad de Bogotá; su trabajo
de campo en el Vaupés no superó los tres meses. El mismo Reichel consideró
a Desana como una especie de etnografía experimental, que mostraba la posibilidad
de realizar encuestas etnográfi cas con los indígenas fuera de contexto,
migrantes a las grandes urbes.
Sin duda, esto contrastaba con el estilo tradicional malinowskiano del
trabajo de campo, caracterizado por grandes temporadas in situ y un aprendizaje
de la lengua. Los nuevos tesistas muchos de los cuales pasaron largas
temporadas de campo en sitios muy “tradicionales” (como el río Pirá Paraná
o el Mirití Paraná) no dejaban de sentir cierta desconfi anza ante Desana,
aunque con frecuencia lo leían y era para ellos una fuente importante de refl
exión.
De otra parte, bajo la infl uencia directa de Reichel-Dolmatoff , numerosos
estudiantes del Departamento de Antropología de la Universidad de los Andes
volcaron también su interés en la Amazonia, particularmente en el estudio de
sus mitologías y organización social. Por ejemplo, Álvaro Soto elaboraría una
extensa tesis sobre la mitología de los cubeo o Alfonso Torres Laborde
iría a estudiar a los barasana, cuya tesis se transformaría en un interesante
trabajo sobre esta sociedad del Pirá Paraná. Igualmente, otros profesores
y estudiantes de la Universidad Nacional también se concentraron en el estudio
de la vida social y la cultura de los aborígenes del Amazonas. Entre ellos
sobresalieron Horacio Calle y Fernando Urbina, interesados en la región uitoto.
Desde la geografía, Camilo Domínguez asumió una posición de liderazgo que
conserva hasta nuestros días.
En gran medida, el funcionalismo y el estructuralismo también constituían
su foco de mirada, aunque sus trabajos de campo fueron mucho más
cortos y, por lo general, carecían del conocimiento de las lenguas aborígenes.
La crisis del Departamento de Antropología de la Universidad de los
Andes



 abortó un estimulante proyecto de investigación de las selvas
tropicales, aunque la infl uencia de Reichel se proyectaría en las generaciones
subsiguientes, sobre todo a través de su modelo sobre la relación sociedad-naturaleza
entre los tucano, en virtud del cual los tucano sostienen también una
relación de alianza con los animales, mediada por la actividad del chamán.

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